27 septiembre 2006

Estados Unidos Bajo Ataque. Cinco años después.

El Ataque a Estados Unidos en Septiembre del 2001.

Todos vimos por las pantallas de televisión y medios de comunicación el ataque terrorista más mediático, de mayor conmoción y con mayor número de victimas fatales causadas de una sola vez, en vivo y en directo para todo el mundo, lo que sucedió aquel 11 de septiembre del 2001, cuando terroristas fundamentalistas islámicos atacaron al World Trade Center de Nueva York y al Pentágono a través de sendos ataques con aviones de pasajeros. Estos dos objetivos del terrorismo son símbolos del poderío y de la influencia de los Estados Unidos en el mundo: la economía y el poder militar.

Sin embargo, muy pocos se podrían imaginar las consecuencias que este hecho ocasionaría en el ámbito de la política internacional. Principalmente, Estados Unidos fue el objetivo de una amenaza no convencional, el terrorismo exógeno, que es muy difícil de combatir o prevenir, como lo pudieron comprobar en carne propia. Dicho ataque vulnerabilizó e insegurizó a la población norteamericana, a los aliados de EEUU, y al mundo occidental en general. El mundo ya no es un lugar seguro, ni siquiera la potencia más grande es la más segura.

Ello nos lleva a cuestionarnos sobre la esencia de la seguridad en conjunto, aquella creada y congregada por los países para crear las condiciones que prevengan los riesgos y amenazas comunes. Cuando el Presidente George W. Bush, hace un llamado a los países para combatir unidos el flagelo del terrorismo, en nuestra región no se hizo esperar la respuesta. Todos los países expresaron muestras de solidaridad con el pueblo norteamericano y anunciaron el apoyo a cualquier acción que Estados Unidos emprendiera para atrapar a los culpables. Así informó una agencia de prensa dicho llamado
[1]:
“El Presidente estadounidense, George W. Bush, exigió anoche al régimen talibán de Afganistán la entrega a Estados Unidos del presunto líder terrorista Osama Bin Laden y de todos los miembros de la supuesta organización terrorista Al Qaeda (La Base), en un discurso pronunciado ante el Congreso en Washington.
"O están con nosotros, o están con los terroristas", proclamó Bush refiriéndose a todas las naciones del mundo en el marco de la guerra contra el terrorismo internacional convocada a raíz de los atentados del 11 de septiembre.
"Todos los indicios apuntan a Al Qaeda", afirmó Bush para señalar a quiénes considera su gobierno responsables de los ataques terroristas contra las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York y el Pentágono en Washington”.

En Latinoamérica, por su parte, se discutió la posibilidad de acudir al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca
[2], para apoyar a EEUU frente a esa agresión.

Sin embargo, queremos hacer la siguiente reflexión, en la cual se cuestiona el porqué no fue posible evitar dichos ataques. Frente a ella, la respuesta obvia es que fallaron los mecanismos de prevención interna de los Estados Unidos, principalmente. Y por otra parte, se entiende a partir de ese momento, que las estructuras de seguridad existentes en ese momento, necesitaban un urgente ajuste, que se podría traducir en nuevas estructuras o bien en reformar las existentes.

Hay tres ideas fuerza que surgen tras el ataque y que tienen relación con la seguridad de los países, ya sea estos considerados como unidades o bien en el conjunto de países que conforman una estructura.

La primera de ellas dice relación con que es necesario, frente a las amenazas a la seguridad -sean éstas convencionales o emergentes- que los países deban procurarse los medios que sean precisos para obtener seguridad, así como también colaborar entre ellos para hacer frente a dichas amenazas. Así después del ataque al World Trade Center y al Pentágono, los países comprendieron que la situación ameritaba una alianza mundial para enfrentar al enemigo. Cuando nos referimos a una alianza, queremos señalar que es una coalición de países que aúnan esfuerzos militares o prestan la colaboración y apoyo necesarios para que se cumpla el objetivo que se ha determinado
[3].

La segunda idea fuerza tiene que ver con el fracaso de la aplicación de un instrumento de seguridad que el concierto continental poseía desde las postrimerías del término de la II Guerra Mundial. Nos referimos al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca TIAR, el cual durante mucho tiempo sólo se visualizó como una estructura formal sin mayor sentido de operatividad y limitado. Modelo que se considera como un fracaso tras la Guerra de Las Malvinas, en que se enfrentan Argentina y el Reino Unido, puesto que Estados Unidos quita el apoyo a Argentina y además sale en defensa de su socio de la OTAN, Inglaterra.

Dicha situación, reflejó el estado de dicho Tratado. Este convenio regional era inoperante, es decir el TIAR no estuvo presente ni en la prevención ni en la solución de los conflictos armados de la región en el siglo XX, principalmente por el rol que juega y las diferencias que Estados Unidos tienen con los demás países de la región
[4], puesto que Estados Unidos actúa unilateralmente.

Una tercera idea fuerza, está relacionada con la anterior, por cuanto se estimaría que el fracaso de las estructuras de seguridad pasa por la imposibilidad de crear o darle ejecutabilidad y operabilidad, o bien por no considerar la urgencia de reconstruirlas y modificarlas de acuerdo al cambiante entorno actual en que se desenvuelven las naciones.

Ello es de suma importancia para mantener la salud de cualquier organización o estructura de seguridad, por cuanto podemos apreciar que si no hay procesos de actualización de mecanismos y medidas de intervención en conflictos y redefinición de los objetivos que pretenda alcanzar, ésta se transforma en una inflexible e incapaz estructura inútil. Especialmente en lo que se refiere a actuar proactivamente, a adelantarse a los factores de riesgo o potenciales conflictos que puedan aparecer y principalmente, dando la seguridad para la cual ha sido creada.
[1] Extraído de http://www.australvaldivia.cl/site/edic/20010921081917/pags/20010921093555.html el día 07/06/2006 a las 20:30 hrs.
[2] El TIAR consiste en asegurar la paz por todos los medios posibles, proveer ayuda recíproca efectiva para hacer frente a los ataques armados contra cualquier Estado Americano y conjurar las amenazas de agresión contra cualquiera de ellos. Fue suscrito por la mayoría de los países de América, en la Tercera Reunión de Consulta de los Ministros de Relaciones Exteriores realizada en Río de Janeiro, Brasil, en 1947. El Tratado entró en vigor en 1948. Desde entonces se ha constituido en uno de los pilares de la arquitectura de la defensa hemisférica colectiva.
[3] Dicho apoyo puede darse a través de financiamiento, logística, política de espacios aéreos abiertos, intercambio y traspaso de información, entre otras medidas de apoyo aliado.
[4]
Hay que señalar que a pesar de la existencia de conflictos armados, la región es particularmente pacífica, en relación con otras zonas del orbe, destacándose por la casi ausencia de conflictos en los últimos 20 años.