Una idea de futuro

Es la intención de este espacio el compartir la siguiente reflexión.

Nuestro Continente se encuentra catalogado como uno de las zonas de menor conflictividad a nivel mundial. principalmente en la subregión del Cono Sur.

El conflicto es definido como una situación confrontacional entre dos o más Estados soberanos que ven amenazados intereses que consideran importantes, comprende situaciones tanto de crisis como de guerra. Se amplia este concepto al considerar amenazas no tradicionales.

Es por tanto importante señalar que no se está desconociendo la existencia del conflicto en la región, sino más bien se reconoce que los esfuerzos de las naciones sudamericanas en procurar la paz entre ellas ha rendido buenos frutos.

De acuerdo a lo señalado por Carlos Molina Johnson, en su obra Cooperación Regional. Potencialidades y Limitaciones desde la Perspectiva de la Defensa Nacional. (En Revista Política y Estrategia. ANEPE. 2000. Chile. Páginas 13 a 30.) son las fuerzas que regulan las relaciones de los estados, aquellas que propician una mayor o menor cooperación, en cuanto las fuerzas centrípetas son más fuertes que las centrífugas.

Dichas fuerzas centrípetas o aglutinadoras se pueden señalar como "la presencia de unidioma, una religión y unas costumbres comunes; elementos que pueden actuar como fuertes aglutinantes de la unidad política. La similitud de las estructuras jurídicas, administrativas y políticas de los Estados-Naciones de la región; en fin, un legado histórico común."

Por su parte las fuerzas centrífugas se consideran como "aquella lógica de rivalidad presente entre las naciones del continente y que se explican por conflictos históricos pendientes, visiones culturales diversas o perspectivas competitivas respecto del rol que les toca cumplir a los países en el contexto regional".

La idea de futuro apunta a que se podrán determinar los elementos integradores y facilitadores, así como también las dificultades y escollos que dicho sistema puede encontrar en la realidad de los países. Si pensamos que somos países que compartimos un pasado histórico común, que tenemos similar organización política, social, económica y cultural, esta idea de generar un sistema que permita contar con una estructura de seguridad cooperativa se vislumbra como una tarea fácil, aunque no menor, que dependerá de las declaraciones de las voluntades políticas de los gobiernos respectivos para materializarse. Sin embargo, de acuerdo a lo observado en el contexto latinoamericano en general, la definición de políticas de seguridad claras y conocidas, las medidas de confianza mutua, la colaboración y cooperación militar, la transparencia y homologación de gastos en defensa, la solución pacífica de controversias limítrofes o territoriales entre estados, la integración política, económica y cultural, son fenómenos de reciente data y que no ha sido una actitud habitual entre los países de la región. Ello responden a una incapacidad de cooperar entre los estados, de generar vínculos estrechos y duraderos, al amparo de instituciones que le den el sostén moral a dichos vínculos, que en el caso de MERCOSUR, en particular, no existe.

Algunos de los mecanismos diseñados e implementados por los países son las medidas de confianza mutua (M.C.M.)los cuales han entregado experiencias enriquecidoras para los países que las han adoptado, como lo ha sido el caso de Chile y Argentina. Es por ello que impulso una profundización y extensión de estas medidas como mecanismo integrador de los países sudamericanos, a través de la conformación de una una estructura de seguridad cooperativa vecinal para los países del MERCOSUR, como un paso importante para la consolidación de la integración y la cooperación en la región, así como también se podrá transformar en una organización que apoye, asegure y garantice la paz, la democracia y la seguridad en la región, a través de un mecanismo eficiente de solución de controversias y mediador regional y vecinal de conflictos, como es el caso de Europa, que esta estableciendo una fuerza militar común para los países del bloque.

Este esfuerzo de los países del Cono Sur puede ser considerado como Medidas de Confianza Mutuas de tercera o cuarta generación.